Llena tu mochila de respeto

El lema de este curso 2023-24 refleja el valor del respeto. En el cartel, aparecen dos alumnos caminando hacia el colegio. Llevan dos mochilas con el escudo del colegio y un llavero que representa los aros olímpicos.

Todas las mañanas, cuando nos preparamos para ir al colegio, cada uno de nosotros, ya seamos alumnos, padres, abuelos, profesores, personal de administración y servicios, dirección, preparamos con esmero y cuidado todo lo que vamos a necesitar para ese día. Libros, cuadernos, agendas, uniforme, ordenador… Muchos de nosotros llevamos una mochila física con todo ese material. Junto con la mochila física que algunos solemos llevar, todos llevamos nuestra mochila emocional y personal, en la que cargamos nuestros sueños e ilusiones, nuestros problemas familiares, personales, laborales, de fe, nuestras frustraciones y nuestros logros. Cargamos lo que hemos sido, lo que somos y lo que pretendemos ser a lo largo de ese día. Y en el fondo de esa mochila llevamos nuestros valores… sentido del humor, alegría, fe, responsabilidad, confianza, familia, Dios, esfuerzo, trabajo… y respeto.

Respeto, una bonita palabra, una palabra que encierra tres direcciones: respeto hacia uno mismo, hacia los demás y hacia el mundo.

¿Te respetas? ¿Cuidas tu cuerpo, tu fe, tus relaciones personales?

¿Respetas a los demás? ¿Conoces a los que te rodean? ¿Te importan? ¿Les muestras lo importantes que son para ti? ¿Les pides perdón, les das las gracias… no telepáticamente, sino de palabra?

¿Respetas tu mundo? ¿Respetas el medio ambiente, la sociedad, a las personas con las que te encuentras en el día a día?

Y no veamos el respeto como un valor meramente pasivo, es un error, el respeto es una actitud activa frente a uno mismo y a los demás. Respetar supone conocer, interesarse y trabajar, esforzarse por mejorar día a día. Por mejorar a quien tenemos enfrente y el mundo que nos rodea.

Por ello, también recordamos este curso que es un año olímpico. El esfuerzo de los deportistas, el respeto al propio cuerpo y al adversario, el saber ganar, el saber perder… el hecho de prepararse para la gloria durante cuatro años o más puede darnos claves y servir de ejemplo este curso para trabajar el respeto.

Saber respetarse a uno mismo, a los demás y al mundo es la base desde donde podremos construir un mundo más justo y humano, un mundo donde merezca la pena estar y vivir.

¡Que todos tengamos un gran curso!

D. Jaime Ímaz Faustmann

Profesor de Filosofía y Religión del Colegio Patrocinio de San José